sábado, 20 de diciembre de 2014

aG os desea Feliz Navidad

Fundación Acción Geoda os desea una Feliz Navidad

Estas fiestas, con nuestro firme propósito de devolver la ilusión y la esperanza a la gente del Valle del Tessaout tras las graves riadas de este otoño, estamos trabajando para volver a poner en marcha el sistema de agua potable de Ifoulou.

Colabora con este bonito proyecto y estas fiestas acuérdate de otros que aunque no tienen tanto como nosotros, tienen una bonita sonrisa en su rostro y trabajan duro para recuperar la esperanza de una vida mejor.

Puedes colaborar con nosotros a través del siguiente enlace:

http://www.migranodearena.org/es/ong/687/accion-geoda/

o bien a través de los medios habituales (en nuestra página web tienes información completa pinchando aquí).

Muchas gracias y felices fiestas!


viernes, 28 de noviembre de 2014

Devolvamos la ilusión al pueblo de Ifoulou

Así es...necesitamos tu ayuda para devolver la ilusión a un pueblo... el pueblo de Ifoulou.

La tremenda riada sufrida en el pueblo de Ifoulou tras las cuantiosas lluvias de Noviembre se han llevado la instalación de captación de agua desde donde desde hace unos meses, este pueblo se abastecía de agua.
          

Observad la diferencia del caudal durante la riada y después del paso del agua...

Durante estos últimos años, la Fundación Acción Geoda ha venido trabajando en la puesta en marcha de un sistema de abastecimiento de agua potable para Ifoulou. Se hacía muy duro ver a mujeres cargadas con garrafas de 30 o 40 litros a sus espaldas remontando la ladera para abastecer de agua a sus familias...ocupando su tiempo, rompiendo su espalda, dando de beber a pequeños y mayores un agua que no estaba en las mejores condiciones (bacterias, contaminación en el río, etc...).
Además la falta de agua corriente en los domicilios dificultaba la higiene personal, las labores domésticas...
 



Como os decíamos, estos años hemos conseguido unir a un pueblo en la lucha por la mejora de sus condiciones de vida, y todos, los beneficiarios del proyecto, y los miembros y colaboradores de aG han trabajado duro...
 


Finalmente, durante el campo de trabajo de Semana Santa de 2014, conseguimos ver salir agua en las casas de Ifoulou, y que el abastecimiento en los domicilios fuese una realidad.
Los beneficiarios de este proyecto habían hecho realidad un sueño...esos días, lloramos con ellos emocionados... la sonrisa que se plantó en nuestros semblantes fue tremenda!

 


NECESITAMOS TU AYUDA PARA RECUPERAR ESA SONRISA, cuando el río se ha llevado los resultados de ese duro trabajo y la implicación de esta gente en un proyecto ilusionante NO PODEMOS DEJAR ABANDONADOS a nuestros amigos.


La captación de agua de Ifoulou ha desaparecido bajo las aguas de un Tessaout que no ha dejado rastro de ella y el pueblo se encuentra de nuevo sin agua potable.

Nos hemos propuesto reconstruir la captación de agua cuanto antes, pero necesitamos tu apoyo en la financiación. Puedes colaborar con la Fundación Acción Geoda  a través de distintos medios en este proyecto para recuperar esta sonrisa cuanto antes:

Campaña de crowdfunding "mi grano de arena"

Donaciones vía PAYPAL ...pincha aquí.


Transferencia bancaria;
CC. La Caixa:
ES25 2100 4095 1922 0005 4176
CC. Triodos: 
ES78 1491 0001 2620 3252 1615

lunes, 29 de septiembre de 2014

¿Qué piensan los viajeros que han elegido aGtreK para conocer el Atlas y los proyectos de Acción Geoda?

Durante el mes de Julio, algunos clientes disfrutaron con aGtrek de unos días en el Atlas. Aquí os transmitimos algunas de sus opiniones…de cara al Otoño, una temporada perfecta para disfrutar de estas montañas.

La cariñosa opinión de María:

 Visitar el Valle ha sido una de las experiencias que más me ha cambiado. Maravillosa, divertida, diferente y sobre todo enriquecedora. Tanto la fundación como la gente del valle, nos acogieron y mimaron desde el primer momento, hasta el punto de hacerte sentir para de ellos. Un lugar mágico con gente increíble y que está haciendo una magnífica obra para que la vida de todos ellos sea más plena. Sólo tengo palabras de gratitud y enhorabuena para Acción Geoda por la gran labor que están haciendo, y en especial a Diego y Hafid por tratarnos como auténticas reinas! Volveré? Seguro que sí, Inshallah….

MARIA MARTINEZ ROMERO


La reflexión de Celia:




Pasados casi dos meses, reflexiono y escribo unas palabras que no pueden ser más que de agradecimiento, a mi querido amigo Diego, Hafid, Hanini, AG y a toda la maravillosa gente del valle que me hicieron vivir una de lasexperiencias más bonita y enriquecedora de mi vida.

Desde hace tiempo y tras muchas conversaciones con Diego, decidí visitar el valle del Tessaout, su gente y el trabajo que AG está llevando a cabo allí, maravilloso trabajo.

Recuerdo perfectamente casi cada momento del viaje, me impactó todo tanto que está grabado en mi memoria como si no hubiera pasado el tiempo, el paisaje, las paradas, la gente, los olores, sabores, colores, vuelvo a sentirlo.

Fueron unos días muy intensos, muchas emociones, mucho por ver, el tiempo transcurría despacio, intentamos aprovecharlo al máximo y sacarle partido. Cuando lo recuerdo y veo las fotos parece que hubiéramos estado un mes y fueron cinco días, increíble, los cinco días con más horas de mi vida.

La imagen, los niños, todos y cada uno de ellos.

Me alegra pensar en ese maravilloso trabajo que AG está realizando allí, cómo estáis mejorando las condiciones de vida, sobre todo de esos niños, que son el futuro.

Espero volver y pasar más tiempo allí y desde aquí, recomiendo vivir esta gran experiencia a todos.

CELIA MORENO


jueves, 7 de agosto de 2014

DE TREKKING.... SOLIDARIO

A la tercera siempre dicen que va la vencida, y en este caso a mí me pasó....Era mi tercer viaje a Marruecos, más concretamente al Valle del Tessaout, y esta vez sí que iba a ser, iba a patear por fin el Atlas!!!
 La primera vez fuí un poco expectante, no había viajado nunca a Marruecos y quería saber cómo era su terreno, sus costumbres, su gente y allí llegué con Jorge y con Hafid, al Valle del Tessaout, a Ifoulou... que lugar más guapo por favor!!!!
En ese momento me dije, Aran... no sé cuando va a ser, pero tú vas a andar por estos lares....
 La segunda vez fuimos de boda, también a Ifoulou, ahí hicimos un mini trekking, pues las lluvias habían inundado los caminos, y tuvimos que llegar andando al pueblo....

Y a la tercera fue, en el Campo de Trabajo 2014...

Yo lo tenía muy claro desde el principio, de los proyectos varios que se iban a realizar, yo participaría en todos los trekkings posibles, si, esto también era un proyecto, el de aGtrek...

aGtrek es un proyecto de viajes solidarios, desarrollado con la participación de los beneficiarios del ProyectoTessaout con el objetivo de impulsar su desarrollo.

Qué os voy a decir de los paisajes.... a veces no sabes si estás en un escenario de la “Guerra de las Galaxias”, de la “Vida de Brian” o si te vas a encontrar el portal de Belén.

No sabes si estás en Picos de Europa por las pedreras que encuentras, esos manchones verdes en mitad de una ladera seca son terrazas de cereal, verdes a más no poder, el contraste... hay que verlo, no es descriptible, y hablamos de entre 3.000 y 4.000 metros de altitud. Donde hay un chorro de agua, hay un hilo verde dando vida…

No sabes que es aquello que ves venir de frente, eso que abulta muchísimo y se va moviendo encima de un puntito de color, no lo sabes hasta que se acerca y te dice un “lebes” y ahí es cuando ves que es una mujer portando leña... Dios!!! que fuerza debe tener y  va con chanclas de plástico...

No sabes si la piedra del fondo es piedra, niño, cabra, cordero o que es... pero mola acercarte a descubrirlo, por el camino vas a encontrar todo esto... hasta en los sitios más remotos es complicado bajarse el pantalón... siempre hay alguien que estaba por allí....

No sabes a veces si el árbol que estás viendo en medio de un erial es enebro, sabina o que es.... el aire o las cabras…lo han dejado pelado, pero te permite trepar por sus ramas aún contenidas...

Es tanto el contraste de paisajes que hay que ir a verlo, esto no vale solo con leerlo...

Y cuando regresas de la pateada, ese té esperándote, esa merendola, esos churros al “estilo Hanini”, esos pankekes con nocilla y esas gentes dándote todo su calor...

Hay muchas formas de viajar, pero seguro que si lo hacemos de forma solidaria, disfrutaremos aún más.




Arantza del Moral/ Agosto´14

jueves, 10 de julio de 2014

Una enfermera en el valle Tessaout

Es evidente que las experiencias que no se planean, las que los miedos no ponen límites a nuestras capacidades, las que nos hacen abandonar las cosas mundanas, son las que de alguna forma consiguen transformar algo de nosotros, de nuestra existencia, de nuestra vida.


Una enfermera novata en Ifoulou, en un mundo desconocido ante una labor nunca realizada donde la prioridad antes de partir era intentar ser útil a la Fundación, a Juana y sobretodo, a sus gentes.


Días intensos sin tregua a las emociones, a la sensibilidad, donde la empatía era nuestra mejor herramienta y a partir de aquí todo fluía, cada consulta, cada paciente, cada historia, de esas que no dejan impasible a uno, situaciones dramáticas ocasionadas por el bocio, niños carentes de comodidades y cuidados realizando duros trabajos físicos, en riesgo continuo ante los accidentes domésticos: como quemaduras provocadas por el fuego, caídas, sellados con la marca en su cuello de sus progenitores, mujeres pudorosas de baja autoestima que con la maestría de Juana y de nuestra increíble traductora Hafida, eran llevadas entre risas a expresar confidencias, haciéndonos sabedoras de las necesidades más inmediatas para su bienestar, mujeres fuertes, aparentemente sanas, a la espera de que la marca por excelencia “el  bocio” hiciera mella en su salud, viviendo bajo el conformismo de la supeditación que desde la infancia llevan perennes, no por ello las hace menos interesantes y menos válidas, todo lo contrario, ellas son las únicas capaces de conseguir que las cosas se transformen porque ellas son las cuidadoras principales y en ellas recae el peso de la concienciación, recibían consejos de prevención de salud, la importancia de ingesta adecuada de líquidos, de sal yodada, asentían con un chasquido que de ninguna manera pensaba yo que era un “sí” en nuestro idioma, más bien consideraba un efecto secundario del hipertiroidismo!!!, Juana se partía cuando se lo contaba, furqui, furqui!!. Esos hombres bañados por el polvo blanco de la nueva carretera provocando hemorragias nasales, problemas respiratorios y articulares. Por desgracia no puedo mencionar a los ancianos porque casi no hay, excepto el solitario, el que consiguió implicar a todo el grupo sanitario con la intención de mejorar su mugre vivienda, gracias a todas/os por vuestra ayuda y compañía en mis salidas a realizarle la cura, conseguimos curarle los ojos y que sintiera calor humano.





¿Qué sanidad se puede practicar sin medios técnicos, sin abanico de fármacos de estos de alta gama que tenemos en nuestro mundo, sin aparatos que confirmen un diagnóstico? ¿Qué enfoque terapéutico es el apropiado? Todo un misterio resuelto en mis días en el campo de trabajo y con el paso del tiempo. Realmente no hace falta enfoque, tan sólo una atención continuada sencilla como cualquier consulta nuestra, con técnicas de reforzamiento de aprendizaje, talleres, etc., porque a pesar de ser un pueblo que bastante tiene con sobrevivir en un terreno hostil, sus limpias miradas, sus sonrisas, su humildad  expresan la mejor salud que se puede tener, la armonía!!. 
Penita de dejarlos y tener que marchar, con la esperanza de que algún día pueda volver y colaborar con la Fundación y su gran obra, un importante logro conseguido que tengan agua en sus casas, enhorabuena por todo lo que hacéis.
Agradecer a cada uno de los componentes del grupo por estos días imborrables en mi mente y corazón, un gran equipo humano que de forma altruista dedica su tiempo en que un rinconcito del mundo amanezca un rayo de luz y esperanza.   

Gracias por todo. Gracias Ifoulou por enriquecerme.  

Mª José (enfermera).
María José (a la izquierda) con al equipo sanitario y Jamal,
amigo de aG y traductor, durante el pasado Campo de Trabajo.

lunes, 7 de julio de 2014

aG en los premios Blas Infante

El Ayuntamiento de Casares destina parte del 0,7% de sus presupuestos anuales a iniciativas de cooperación que sirvan para paliar las desigualdades sociales a través de la convocatoria de los Premios Blas Infante Casares Solidario, una iniciativa solidaria que pretende ser un homenaje al más insigne de sus vecinos, el casareño Blas Infante, y a su pensamiento, que sentó las bases del Ideal Andaluz.

Este certamen se compone de tres premios denominados: Casares por Andalucía,Casares por España y Casares por la Humanidad (haciendo referencia a la sentencia del ilustre casareño: “Andalucía por sí, para España y la Humanidad”), que son adjudicados a proyectos de Organizaciones No Gubernamentales, los dos primeros a proyectos de Educación para el Desarrollo, y el último para Cooperación al Desarrollo; siendo el jurado el encargado de determinar la cuantía de los mismos en función del presupuesto de la iniciativa y el número de personas que se beneficien de la misma. 
La Fundación Acción Geoda ha recibido este fin de semana uno de estos premios, que será invertido en nuestro proyecto de suministro de agua potable.
Estamos felices y muy agradecidos, porque este premio constituye la posibilidad de seguir extendiendo este proyecto a un número mayor de beneficiarios en el valle.
Gracias a todos los que con vuestro apoyo, trabajo, colaboración  y ayuda hacéis que este proyecto sea real, y que los beneficiarios de este Proyecto Tessaout sean cada año más numerosos.



jueves, 3 de julio de 2014

El agua caliente cada vez más cerca de las casas de Ifoulou

Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada. Nelson Mandela

Los que vivimos aquí, en esta parte que llaman Primer Mundo, con tan solo girar la palanca del grifo hacia la derecha o la izquierda obtenemos agua potable a la temperatura deseada. La experiencia que compartí la pasada Semana Santa en el campo de trabajo que desarrolló aG en el Valle del Tessaout, en el seno de un espectacular escenario, el alto Atlas marroquí, me brindó la oportunidad de conocer de primera a mano el día a día de los habitantes de la zona, y pude tomar conciencia de cómo este sencillo gesto suponía allí un arduo trabajo. Lo que para nosotros es un cómodo ejercicio de apenas unos segundos, para las mujeres del valle se traducía en una tarea mucho más complicada y severa.  
Para conseguir agua las mujeres tenían que subir desde el río hasta sus casas con grandes y pesados bidones de plástico a sus espaldas. Curvaban sus cuerpos formando un ángulo de prácticamente 90º y los sostenían tirando con una sola mano de una cuerda atada al envase. La velocidad con la que “trepaban” el valle, de barro, de piedra, totalmente irregular, con calzados muy deteriorados que dejaban sus pies al descubierto, era impactante. Para conseguir calentar esa agua habían de cargar, del mismo modo, troncos de leña con los que hacer fuego. En este caso no bajaban al río, sino que ascendían, de una forma aún más temeraria, por altos riscos de donde obtenían la leña. Me gustaría mostrar una imagen. No lo hago por respeto a las mujeres del valle. Ellas piden que no se las fotografíe, siguiendo la instrucción de sus maridos desde el momento en que se prometen. 
Fer, conocedor de este escenario, tiene una idea: elaborar un panel térmico-solar con el que calentar agua y colocarlo en el tejado de la casa de su gran amigo Abdullah. Abdullah es el promotor de salud de la aldea de Ifoulou y sabe que, si este piloto da buen resultado, él se encargará de explicárselo a los hombres del pueblo para que todas las casas puedan calentar agua.
Con este plan en mente, unas semanas antes del campo de trabajo, diseñamos la placa térmico-solar: buscamos vídeos y documentos en internet en los que se muestran experiencias similares; analizamos qué materiales pueden ser más eficaces, siempre teniendo en cuenta que han de ser asequibles y accesibles para la gente del valle; hacemos una cuantas cuentas y buscamos un termómetro con el que tomar medidas. 

Una vez en Demnate, compramos el material necesario y lo transportamos hasta el valle, y con ayuda de nuestras compañeras del campo de trabajo, a la casa de Abdullah, en Ifoulou.






Allí nos reciben su mujer, Fatma, y su hija mayor, Fahima, muy hospitalarias, como la gente del valle acostumbra a ser con sus visitas. Nos invitan a que nos sentemos en una salita en la que nos preparan té y nos ofrecen pastas.


Fahima, que nunca pierde la sonrisa, se muestra expectante. A juzgar por su cara de sorpresa, estoy segura de que se pregunta qué hemos ido a hacer a su casa. Con ayuda de nuestro amigo e intérprete Hafid, se lo explicamos. Vamos a intentar que su casa tenga agua caliente. De pronto, un brillo que habla por sí solo inunda sus ojos. Ella lo acompaña de una exclamación: “¿¿De verdad??”. Y yo siento un vuelquecito por dentro con el que termino de comprender el sentido de nuestra visita al valle. 


Más tarde nos acompañan, a través de una escalera muy angosta por la que a mí me cuesta subir pero por la que ellas suben con total destreza cargando leña a sus espaldas, al tejado de la primera planta. Allí comenzamos a trabajar en el panel térmico-solar. La vista es increíble. A nuestros pies tenemos el río Tessaout, y debemos tener cuidado de no poner un pie fuera del tejado y caer al vacío.

En primer lugar, medimos y cortamos las tablas de madera para formar la base y los laterales del panel, que unimos mediante clavos. Fahima y su hermano menor, Nordin, observan lo que hacemos. Fieles aprendices, nos ayudan por iniciativa propia. 








A continuación, con ayuda de Rosa, aplicamos cola en las uniones de las tablas, para evitar que el calor se escape,  
y pintamos toda la superficie de color negro, con objeto de facilitar la absorción de la energía. Una vez seca la pintura, grapamos un plástico en la base del panel para retener el calor en su interior lo máximo posible. Seguidamente, Lucía nos ayuda a colocar un tubo de PVC en forma de espiral dentro de la estructura, para lo cual hacemos orificios sobre la madera con un taladro e introducimos trozos de alambre que hacen de sujeción.

Por último, grapamos un plástico en forma de tapa en los laterales del panel, para provocar el efecto invernadero. Hubiera sido más eficaz colocar un cristal, pero este recurso es más costoso.  

Tras varios días en que compaginamos el trabajo en el panel con otras actividades, éste ya está terminado. Con ayuda de Jorge lo subimos al tejado de la segunda planta, donde introducimos agua en el tubo con una tetera.


Después de varias horas al sol, medimos la temperatura que éste alcanza. El resultado es positivo. Pero es necesario que llegue el agua a casa de Abdullah para poder comprobar que el líquido fluye a través del panel. Éste necesita conectarse a una fuente con cierta presión para que funcione 








A lo largo del campo, aG trabaja junto con los hombres del pueblo para que el agua del pozo de Ifoulou sea bombeada hasta el depósito situado en altura, y de allí a todo la aldea, apoyándose en un generador eléctrico que llevamos al valle desde Madrid. Este logro, que describo rápidamente, marcará un antes y un después en la aldea, ya que tras nuestra marcha, empezarán a introducir el agua en las casas, con el inminente beneficio en la salud de las mujeres de Ifoulou y mejora de la calidad de vida de todos sus habitantes. Las mujeres ya no tendrán que subir del río cargadas con agua a sus espaldas y todos los habitantes dispondrán de agua corriente en casa para su higiene.


El día en que finaliza el campo de trabajo y hemos de dejar Ifoulou, el agua todavía no ha llegado a las casas del pueblo. Así que, con ayuda de Abdu, miembro de aG que colabora desde Marruecos, explicamos a Abdullah lo que debe hacer para conectar el panel al grifo, cuando ya dispongan de agua en casa. En aquel momento, todos pensamos: “Ójala esto suceda pronto”…. hoy día, esto ya es una realidad, sucedió dos semanas después de nuestra vuelta a Madrid. 
La semana pasada Abdu llamó por teléfono a Abdullah y le preguntó  si el panel térmico estaba dando resultado. Éste contesto que el agua se calienta lo suficiente como para poder preparar té y darse una ducha. ¿¿De verdad?? 

Por un lado, no pude evitar emocionarme al conocer esto. Por otro, sabemos que las personas del valle son agradecidas, tanto como para darnos una noticia que mantenga nuestra ilusión viva. Hasta que alguno de nosotros pueda viajar al valle para comprobarlo, me ilusiono pensando que Fahima y sus hermanos ya pueden ducharse con agua caliente, y que ella ya no tiene que cargar leña a sus espaldas.  Si no es así, “Ójala esto suceda pronto”…

Sonia Pérez-Vázquez
Voluntaria de aG durante el campo de trabajo 2014 en el Valle  del Tessaout.



Nota: A día de hoy, el agua corriente llega ya a todas las casas de Ifoulou.
Nota: Esta semana o la próxima, un miembro de aG visitará el valle, y comprobará personalmente el funcionamiento de este experimiento solar de Agua Caliente.

martes, 3 de junio de 2014

Luis y la llegada del agua a la casa comunal

En las siguientes líneas, Jose Luis García nos cuenta sus sentimientos y emociones en el momento en que comenzó a salir agua por los grifos de la Casa Comunal, en Ifoulou, durante el Campo de Trabajo de aG 2014.


Tras un laborioso día de trabajo haciendo de fontanero, albañil,electricista, picapedrero y "zanjero", por fin terminamos la instalación de agua en la casa comunal. -Entre tanto los hombres del pueblo habían observado atentos nuestras maniobras para posteriormente replicarlo en sus casas.-
 Entonces bajamos al aseo y abrimos el grifo del lavabo..."eureka!" salía agua fresquita, también en el de la pila de la cocina,incluso había agua caliente en la ducha de la profesora Hadilla.

Abrazos y alegría, era un momento emocionante, mientras entraron varios niños a la casa, una niña se dirigió hacia el lavabo del aseo, era Fahima, con la mirada intrigante e iluminada abrió el grifo, ¡¡¡joder...........sale agua!!! ( esta es mi traducción carabanchelera de su expresión).

Empezó a lavarse las manos con delicadeza como si fueran de porcelana, me miró,- su mirada más que de sorpresa era reflexiva, como si  tomase consciencia de lo que iba a suponer ese momento para el resto de su vida y la de sus familiares y amigos-. Entonces terminó, se secó las manos en sus faldas y salimos juntos a la calle. Ese momento quedará grabado en mi disco duro para siempre, tuve que darme un paseo por detrás de la casa para explotar de emoción,mientras miraba los vertiginosos precipicios rocosos de las montañas y me sonaba los mocos.

JOSE LUIS GARCÍA

jueves, 22 de mayo de 2014

Un odontólogo en el Tessaout... aún queda mucho camino por recorrer.


 Nunca olvidaré esta semana que pasamos en el Valle. 

Quizás tuvo esa magia que otorgan las primeras veces, o quizás la magia sea perpetua en este lugar tan remoto.


En el rol que desarrollé como odontólogo, fueron cinco días de intenso trabajo. La alimentación en el valle se basa fundamentalmente en carbohidratos, por lo que el porcentaje de población con caries es alarmante.El tratamiento de todas las piezas era el mismo: exodoncia. Y era éste porque no teníamos los recursos necesarios para “empastar” aquellos dientes que tenían una solución mucho menos drástica.

Resulta imposible olvidar las miradas de agradecimiento que rompían la barrera del lenguaje entre aquellos pacientes y yo; a los traductores, capaces de traducir no sólo palabras, sino también la calma y tranquilidad tan necesaria en esos momentos, y a todos los que pusieron toda la voluntad y el empeño necesario para ayudar al equipo de odontólogos en situaciones en las que nos vimos desbordados (Yola, Mikel, Arantza, Gracias de nuevo!).

Y ahora que hay electricidad en el valle, las restauraciones dejan de ser un imposible, por eso es necesaria la colaboración de todos, para que a esos niños del valle jamás les falte una sonrisa.

Antes de despedirme, quisiera agradecer a todos y cada uno de los integrantes de la fundación aG por el trato recibido desde el primer día, y darles mi enhorabuena por todo lo que han hecho hasta ahora. De verdad, me quito el sombrero con vosotros.

Y es que a pesar de que todo lo que hemos andado, aún queda mucho camino por recorrer, y desde aquí puedo aseguraros que nunca os faltarán mis pies.

Abrazos,

Pablo Repiso.

Artículo escrito por Pablo Repiso, odontólogo voluntario que ha trabajado con aG durante el Campo de Trabajo de Semana Santa 2014 en el Valle del Tessaout, Azilal, Marruecos.

jueves, 8 de mayo de 2014

Salud y vida en las aulas del Valle



Redouan, Fatima, Nora, Abdelhakim y todos sus compañeros del aula infantil de Ifoulou ya pueden lavar sus manos, su cara y los dientes todos los días en la Casa Comunal que aG inauguró en el 2010. Casi como un milagro el agua salía en los lavabos, por fin, después de varios años peleando por ello, y todos nos emocionamos. El agua ya es una realidad y todos, grandes y pequeños, mejorarán las condiciones de vida, mejorará su higiene y su salud. Ya no tendrán que cargar con grandes garrafas de agua a sus espaldas desde el río ladera arriba hasta sus casas. Y además, las niñas dispondrán de más tiempo para estudiar.

El equipo de voluntarios y  traductores siendo observados
Desde aquí, Pilar, Charo, Marta, profesoras de La Cabrera en Madrid, y yo llevábamos un par de meses preparando nuestro viaje de Semana Santa al valle. Todas teníamos muchas ideas e ilusiones, además, para ellas era la primera vez que viajaban con aG y, como no podía ser de otra manera, se han enamorado de los niños y de las gentes de valle de Tessaout. El trabajo de este año iba a estar centrado en que los niños fueran los verdaderos protagonistas del aula, que la hicieran suya. Cada uno de ellos tuviera su lugar único y que todos se sintieran orgullosos de asistir todos los días a clase.

Junto a las nuestras maestras del valle, Khadiya y Rekeya
Por suerte, nos encontrarnos con unas maravillosas y encantadores maestras, Khadija y Rekeya que dan clases de infantil en Ifoulou y en Azarzam y que estuvieron siempre a nuestro lado demostrando el cariño hacia sus alumnos y el interés e inquietud por aprender cosas nuevas. Son auténticas heroínas: se pasan todo el duro invierno solas dando clase en las condiciones mas adversas que uno pueda imaginar y luchando contra cualquier circunstancia. 


Es una suerte, para todos nosotros, voluntarios y miembros de aG poder cortar con la rutina diaria y encontrar un poco de sentido a muchas de nuestras cosas: llegas al valle y te encuentras con la alegría de todos los niños dispuestos a jugar contigo. Se lavaron en el río. Nuestros voluntarios Susana, Kenza, Rosa y el resto jugaron al fútbol, a la comba, hicimos plastilina casera con harina y sal, murales con pinturas de dedos y ceras, … Y, entre juego y juego, dejamos preparada el aula: ahora tienen una pizarra para que ellos puedan expresarse libremente; cada niño se hizo un saquito donde guardar su vaso y su correspondiente cepillo de dientes. Finalmente, montamos otro espacio para que cada niño marcara todos los días sus asistencia al aula, algo un poco complicado de conseguir allí.



Voluntarios trabajando en Azarzam
Todo ha salido muy fluido gracias a la buena disposición de nuestros voluntarios: acudimos a Azarzam y mientras Sandra, Inma y yo preparábamos las actividades, Yolanda e Isabel jugaban al aire libre con ellos. En la modesta aula de Azarzam dejamos un mural con pollitos pintado por todos los niños. Y por la tarde con todos los problemas tecnológicos en contra, por fin, pudieron ver “Spirit” de nuevo desde una minúscula Tablet. Fue impresionante ver a casi 40 niños en un aula de 2x4 m mirando una pantallita de 6’ y sin moverse durante toda la película.



Khadija jugando con sus alumnos de Ifoulou

Ha sido una semana mágica: los traductores se han compenetrado y comprometido con nuestro proyecto y los voluntarios han vivido de cerca todo lo que con pasión todos les contábamos de nuestro querido valle. Y todos han vuelto también enamorados de él. Desde aquí quiero dar las gracias a todos por poner este pequeño grano de arena para mejorar la calidad de vida de estos niños y de las gentes del Valle de Tessaout.